La reactivación del proyecto de la despulpadora de mango construida, hace ocho años, en la vereda Socavón del corregimiento de Pendales, en Luruaco, está en veremos. La falta de unos documentos tiene frenado el proceso y ad portas ahora de una sanción por parte de los entes de control, sin que se haya despulpado la primera fruta.

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Rafael Manotas, actual representante legal del Consejo Comunitario de Matamba, parte beneficiaria de la iniciativa, precisó que se requiere de un informe detallado y la documentación respectiva del actual estado del proyecto para que pueda el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural a través de la Agencia Nacional de Tierras asumirlo y realizar las inversiones que haya lugar y poder arrancar de una vez por todas.

Cabe recordar que este fue un proyecto impulsado por el antiguo y liquidado Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) con la confluencia de otras entidades como la Agencia Nacional de Tierras, el apoyo de la comunidad y el gobierno local.

Un proyecto altamente criticado, que arrancó mal y que aún sigue siendo un ‘elefante blanco’ en el Atlántico. Para ese entonces, año 2016, se inauguró la despulpadora sin contar con energía, agua potable o vías de acceso para sacar lo que sería la producción.

Manotas indicó que el convenio fue suscrito entre el Incoder y Aprosol (Asociación Prodesarrollo Social y Agropecuario de Luruaco) y ejecutado, a su vez, por la Fundación Gaia.

“Nosotros estuvimos solicitando la documentación del contrato, el valor y los pormenores de este, pero no lo entregaron. Actualmente, como eso pasó a MinAgricultura, nos están pidiendo esa información de todo el proceso para ver si se liquida con las 50 familias beneficiarias y se hace un replanteamiento del proyecto”, dijo.

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Señaló que la solicitud fue hecha a Aprosol, en cabeza de Tercero Contreras como representante legal, pero no ha rendido resultados.

“Ya nosotros interpusimos una tutela, pero nos informa que la documentación la pasó a la Agencia Nacional de Tierras. A su vez solicitamos la información a esta entidad para que pueda liquidarse el convenio y reactivar nuevamente el proyecto”, anotó.

Toda esta situación, dijo, desencadenó el requerimiento por parte de la Contraloría General de la Nación que anunció sanciones dado el caso de que no se presente la información respectiva.

“Nosotros somos estrictamente beneficiarios, no suscribimos contrato ni ejecutamos el proyecto. No tenemos esa información. Aprosol hizo la contratación y Gaia lo ejecutó. Ellos deben tener copia de todo eso”, reiteró el representante del consejo comunitario de Matamba.  

En ese sentido, pidió de urgencia sean suministrada la información respectiva y actas de entrega para reactivar el proyecto en beneficio de las poblaciones.

“No queremos que se trunque este proceso, está parado porque no se tiene la documentación. Queremos que la Agencia Nacional de Tierras asuma tan pronto las obras, porque el tiempo deteriora todo. Ya son 8 años que esa infraestructura, obras civiles y maquinaria, está allí sin utilizar”, aseguró.

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Indicó que ya las condiciones en cuando a las vías de acceso y servicio de energía están dadas para que se reactive el proyecto de despulpadora. Señaló que haría falta ahora la conexión al sistema de acueducto.

“Se debe reformular el proyecto para que pueda arrancar nuevamente en firme con toda una directriz empresarial”, apuntó Rafael Manotas, quien aseguró que el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) se comprometió a formar a las 50 familias para fortalecer lo administrativo de esta iniciativa.

Precisó que de acuerdo con el estudio que haga el Sena, se definirá los cambios a ejecutarse y la inversión proyectada para sacar adelante la despulpadora de mango de Pendales.